
El tratamiento antiaging o rejuvenecedor facial se aplica según el grado de envejecimiento y actúa de manera eficaz contra los signos de envejecimiento facial (envejecimiento biológico, cronológico o fotoenvejecimiento). Gracias a una efectiva combinación de tratamientos conseguimos actuar sobre las esteticopatías que presenta la piel en las diferentes capas del tejido.
El tratamiento antiaging o rejuvenecedor facial va dirigido en general a quien quiera mejorar los efectos del envejecimiento de la piel.
El envejecimiento se caracteriza por la disfunción de las capacidades fisiológicas de la piel asociadas a la edad y se clasifica según la escala Glogau de envejecimiento:
Grado I: de 20 a 30 años
Grado II: de 30 a 40 años
Grado III: de 40 a 50 años
Grado IV: +50 años
Grado I: piel asfixiada, poros dilatados, falta de luminosidad, líneas finas de expresión
Grado II: pérdida de elasticidad, discromías, fotoenvejecimiento, queratosis, arrugas dinámicas
Grado III: hiperpigmentaciones, flacidez del tejido, arrugas dinámicas y gravitatorias
Grado IV: disfunción de las glándulas sebáceas, lentigos solares, arrugas profundas, descuelgue del óvalo facial
Realizamos diferentes tipos de tratamientos antiaging o de rejuvenecimiento facial:
• Tratamientos antiarrugas
• Tratamientos reafirmantes
• Tratamientos regeneradores
• Tratamientos despigmentantes
• Tratamientos para pieles sensibles
• Tratamientos de bolsas y ojeras
• Tratamientos revitalizantes
• Activa la renovación celular (acción peeling) de las fibras elásticas y colágenas
• Reestructura y estimula la producción de colágeno y elastina
• Estimula los mecanismos de defensa de la piel
• Aporta sustancias fundamentales a la dermis
• Reeduca la musculatura del óvalo facial
• Hidrata y nutre la piel
• Ilumina y revitaliza el rostro
• Uniformiza y suaviza la piel y reduce las imperfecciones
Combinamos tratamientos con aparatos médicos y tratamientos manuales. Esta combinación nos permite abordar las diferentes esteticopatías de la piel, adaptándonos a sus necesidades y evolución.
El tratamiento antiaging o rejuvenecedor facial que hacemos es totalmente personalizado; se inicia con un análisis dérmico y con la exploración de la piel (lámpara de Wood) y se tratan las diferentes capas del tejido.
• Radiofrecuencia con pulsos magnéticos
• Mesoterapia
• Bioestimulación
• Mesoéclat
• Energy C
• Colágeno 360º
• Stem Cell
• DNA
• Tratamiento con ácido hialurónico
• Láser fraccionado de Palomar
• Fotorrejuvenecimiento LPI
Nuestra piel envejece por diversos motivos, y si bien no todos son evitables, algunos pueden ser controlados mediante tratamientos preventivos.
Conocer los factores internos y externos que afectan a la estructura y la función de la piel puede contribuir a elegir los tratamientos cutáneos más adecuados y las medidas preventivas convenientes.
A partir de los 25 años de edad comienzan a manifestarse los primeros signos de envejecimiento en la superficie de la piel. Inicialmente aparecen líneas finas y, con el transcurso del tiempo, llegan a apreciarse arrugas, pérdida de volumen y pérdida de densidad.
Nuestra edad biológica determina los cambios estructurales de la piel y la eficiencia de las funciones celulares. Estas funciones disminuyen a medida que pasan los años.
• Suministro sanguíneo más deficiente: con los años, empeora la llegada de oxígeno y de nutrientes a la superficie cutánea. El tono de la piel se vuelve más apagado y desaparece el brillo característico de la piel joven.
• Causas genéticas: la raza y el tipo de piel determinan también la aparición de signos de envejecimiento en la superficie cutánea.
Los factores externos que afectan a la velocidad del envejecimiento cutáneo se deben a un único proceso: el estrés oxidativo. Se trata de la liberación de moléculas llamadas radicales libres o especies de oxígeno reactivo en el organismo.
El estrés oxidativo se desencadena y se acelera por diversos factores relacionados con el estilo de vida, como el sol, el tabaco y el alcohol, la falta de sueño, la contaminación, una mala nutrición, etc.
La teoría del envejecimiento basada en los radicales libres afirma que envejecemos debido a la acumulación de daños causados por los radicales libres en el transcurso del tiempo.
En circunstancias normales, los radicales libres son atrapados y neutralizados por los antioxidantes de la piel, es decir, moléculas con capacidad para captarlos y detenerlos. No obstante, con los años disminuye la aptitud de la piel para desactivar los radicales libres y el resultado es la lesión de todos los componentes de la célula cutánea.